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A raíz de estos hechos, la Iglesia Adventista en Estados Unidos emitió un comunicado el 29 de mayo, en el cual condena el odio, racismo y la violencia, y piden que se haga justicia en el caso de George Floyd, quien murió en manos de aquellos que han sido puestos para proteger la sociedad. Finalmente hace un llamado para que con nuestra voz y con el ejemplo, procuremos ser la voz de aquellos que son tratados injustamente.
George Floyd, muerto bajo custodia policial |
A continuación el comunicado emitido por la División Norteamericana
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Norteamérica está respondiendo a los trágicos asesinatos de Ahmaud Arbery en Georgia, Breonna Taylor en Kentucky, George Floyd en Minnesota y otros eventos recientes que documentan claramente la brecha racial que destruye la calidad de vida para tantos y El tejido mismo de nuestra sociedad democrática. Como cristianos, condenamos tales acciones de odio y violencia y pedimos que se haga justicia para las víctimas y sus familias.Se han construido muros de separación que sirven para destruir los derechos esenciales de la dignidad humana, la autoestima y la libertad. Estos derechos son necesarios para que todos los estadounidenses vivan y prosperen en sus comunidades locales. Algunos de aquellos en quienes se ha confiado para proteger a todos los miembros de la sociedad, han roto su solemne pacto para servir a los demás; especialmente aquellos que lo necesitan. Los estadounidenses nunca deberían tener que vivir con el miedo de salir en público solo por el color de su piel o su origen étnico. Podemos y debemos hacerlo mejor.
Instamos a todos los miembros de nuestra iglesia a considerar en oración cómo interactúan con todos en sus comunidades. Les pedimos que levanten la voz en contra de la injusticia y el odio, tal como lo hizo Jesús cuando estuvo en esta tierra. Podemos marcar la diferencia para aquellos que son marginados y traicionados por otros, y debemos proporcionar un foro para las voces de las víctimas del odio y el racismo. Nuestras acciones pueden hablar más fuerte que las palabras. Podemos liderar con el ejemplo en cómo tratamos a los demás y exigir que todas las personas sean tratadas de manera equitativa y justa. Como la fe cristiana con mayor diversidad étnica en los Estados Unidos, nuestras voces representan a casi todas las comunidades de este país. Deben ser escuchados mientras servimos para sanar nuestras comunidades rotas con el amor y la compasión de Jesús.
El artículo original puede ser leido en el sitio oficial de la División Norte Amaericana.
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Comentarios
Y cuando el reclamo ante la libertad de conciencia amenazada y restringida ya que habiendo tratamientos no debería ser la cuarentena extendida.. En muchos países como Argentina.muestren al mundo lo que pasa realmente
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